Situación extrema. Ahora espera que la Justicia haga algo sobre la vivienda en conflicto.

A Andrea Olivera no le quedan más opciones que vivir en el Hospital Zonal, con sus tres hijas, porque, según contó, su ex pareja no le quiere entregar la casa que también le pertenece.
Ella vivió dos semanas en el Complejo Deportivo Municipal; luego se fue de allí porque no tenía la suficiente atención en comida, y se quedó dos noches frías con sus nenas durmiendo en la Terminal de Ómnubis, hasta que una médica pediatra se apiadó y la llevó al nosocomio.
Allí está ahora. Tienen comida y baño para asearse, pero no están cómodas. La mujer dice que está esperando que la jueza de la Familia, María del Rosario Álvarez, “dictamine sacarlo al padre de mis hijas con la policía. Mis hijas no pueden estar acá, esto no es un hogar. Ellas tienen que vivir en una vivienda como tiene que ser”.
Lo cierto es que su ex marido formó otra familia, donde también hay un bebé, y no quiere salir de la vivienda, ni aunque la Justicia se lo haya ordenado. Y él vive atrincherado en esa casa.
Andrea comentó: “La casa es de los dos. Él tal vez pegó los ladrillos, pero yo igual puse, de Nación me ayudaron para conseguir los materiales, y el terreno está a nombre de los dos”.
La vivienda en cuestión está en el barrio Rotary 23, en la calle Portugal y 8 de Marzo. “El está con su actual mujer y los hijos de la mujer, por qué no se hace cargo de sus hijas. Así como estoy peleando, que sea más hombre y piense en sus hijas, me hace mal en el sentido que veo a mis hijas y me da bronca que no tengan lugar”, agregó.
“Hice denuncias, tengo como cinco denuncias y hasta ahora no hacen nada”, se quejó.
Añadió que su abogado se llama Horacio Fernández.
Las nenas tienen 6 años, 4 años y la más chiquita tiene 1 año y 6 meses. Estos datos los publicamos por si alguien quiere ayudarlas.(Fuente: La Vanguardia del Sur)

Miércoles, 19 de agosto de 2015