COLUMNA EDITORIAL
TRABAJO DIGNO, PERO DIGNIDAD EN EL TRABAJO
Hola amigos, realmente no tenía ganas de escribir una sola línea más que se refiera a los integrantes del SOEM de nuestra ciudad, ya que consideraba no debía perder el tiempo contando las agresiones, atentados y lesiones que provocaban sus integrantes a la infraestructura de Río Gallegos y a sus habitantes, pero el haber observado que...
...al regresar a trabajar muchos de ellos continuaban siendo agresivos y maleducados con sus compañeros a los que seguían llamándolos carneros y amenazándolos para que se adhieran en el futuro a cualquier medida de fuerza que se disponga, me obligó a pensar en la segunda parte del título, a analizar lo que se debe entender como “dignidad en el trabajo”. Está claro y podemos consensuar que trabajar en una municipalidad, cualquiera sea, es un trabajo digno, es un trabajo donde se posee una enorme estabilidad, se cuenta con un sistema sanitario de los mejores de una región, una seguridad sobre el futuro al tenor de poseer una caja de jubilación sumamente importante, un apoyo para todas las tareas en lo que se refiere a vestimenta, equipo, higiene y educación que muchas empresas privadas no lo poseen, en fin, lo que quiero decir que desde el punto de vista que se lo mire se trata de un trabajo digno otorgado por los gobiernos municipales más allá de las críticas y los comentarios destructivos hacia las personas que ostentaban el cargo, como también es importante el tener un gremio que defienda los intereses de los trabajadores. En defensa de esos intereses se llevó adelante un paro por más de cuatro meses, y es justamente este paro que hizo aflorar lo peor de cada uno de sus afiliados, mostró a la sociedad la poca importancia de mantener una ciudad limpia, demostró que su único objetivo era destrozar y robar todos los bienes de la comuna (camiones, baterías, repuestos y mil cosas más), afloró la violencia física y verbal hacia vecinos, empleados y funcionarios sin importar si eran hombres o mujeres a los que le pegaban, escupían o insultaban, en fin, como dije le permitió a los gremialistas que muestren todo lo malo que tenían. Seguramente alguien puede decir falsamente que se trataban de acciones de fuerza para lograr sus objetivos, y me puedo rendir un poco a estos comentarios, toda vez que para muchas personas el fin justifica los medios, a lo que por supuesto no adhiero. Así las cosas, y sin haber logrado el 15%, los empleados volvieron a trabajar. Bueno, a la luz de su comportamiento al encontrarse nuevamente en los lugares que le correspondían, no es seguro que vuelvan a trabajar, por lo menos eso es lo que varios expresaron. Van a estar, van a sentarse para tomar alguna bebida con alcohol, y luego de dos o tres horas regresarán a sus domicilios a descansar, no sin antes dirigir misiles verbales inapropiados al resto de los trabajadores que no se adhirieron al paro. Estas actitudes y muchas otras, que no vale la pena seguir enumerando, dan la pauta que varios de este tipo de empleados no muestran el mínimo signo de dignidad hacia el trabajo que realizan. Son estos los que denostan y destrozan la imagen de una municipalidad, son ellos los que, faltos de criterio y educación son arrastrados para continuar con una operación política muy pocas veces vista por esta región, son ellos los que deben rezar diariamente para que sus hijos y familiares no se enteren nunca de esta indignidad, para que no se entere la población en general y cada uno de los vecinos, escondiendo, tapando, hablando o declarando en los medios de comunicación que están siendo perseguidos. De todo corazón deseo, desde este humilde lugar, que traten de dignificar su trabajo, traten de ser reconocidos por sus iguales como una buena persona y un buen trabajador, traten que la sociedad toda vuelva a creer que si bien los empleados municipales nunca se han “matado trabajando” por lo menos se han convertido en trabajadores normales que cumplen con la función que le ha sido encomendada, que no es otra cosa que trabajar. Si esto se lograra, seguramente van a ser muchísimos más los que los apoyarán para lograr sus reivindicaciones salariales, como también que esas reivindicaciones van a ser reconocidas al instante por los gobernantes de turno. Hasta la próxima mis queridos lectores.
Miércoles, 26 de agosto de 2015
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