Se cumplieron 64 años de la muerte de María Eva Duarte de Perón, un 26 de julio de 1952 a los 33 años de edad, por un cáncer de cuello de útero. Evita padeció el dolor desde dos años antes y al momento de morir pesaba 38 kilogramos y tenía el mal ramificado por todo el cuerpo. Querida, recordada, imitada, inigualada, Evita es y será "la mujer del pueblo argentino". (MIRE EL VIDEO)
Falleció a los 20:23 pero la hora se estableció en las 20:25 para dejarla fijada en la memoria. El anuncio de su muerte, a pesar de lo esperado, tomó por sorpresa a mucha gente y desató una fuerte corriente de pasiones y adhesiones sobre todo de los más humildes. Sin embargo, la pasión desmedida y desordenada que había por aquellos tiempos hizo que alguien escribiera en el obelisco, con tinta negra, la leyenda “viva el cáncer”. Las 20:25 fue la hora en que Evita “pasó a la inmortalidad” designada desde entonces como “jefa espiritual de la nación”, título honorífico que había recibido días antes. Si bien Evita era muy querida, una medida innecesaria e irritativa obligó a poner crespones negros en las luminarias de las calles y llevar luto obligatorio a todo el mundo, incluido los niños.
María Eva Duarte de Perón nació en Los Todos. Fue la quinta hija. Juan Duarte, había llegado allí a comienzos de siglo y había arrendado el campo de La Unión con ánimo de prosperar. Migró a Buenos Aires a los 15 años y en 1935 debutó profesionalmente con una breve participación en la obra "La señora de los Pérez". Ese mismo año fue contratada por la Compañía Argentina de Comedias Cómicas y salió en una gira de cuatro meses por Rosario, Mendoza y Córdoba. Lentamente fue logrando reconocimiento como actriz, en 1937 obtuvo su primer papel en radioteatro en la obra "Oro blanco" y debutó en el cine con la película "¡Segundos afuera!", con Pedro Quartucci, Luis Sandrini y Pepe Arias. Luego participó en varias películas. También participó de radioteatros, como "Los jazmines del ochenta", "Los amores de Schubert "y "Grandes mujeres de todos los tiempos". En 1943 fue una de las fundadoras de la Asociación Radial Argentina (ARA), de la que fue electa presidenta en 1944, año en el que conoció a Perón, entonces secretario de Estado, en un acto de recaudación de fondos para las víctimas del terremoto de San Juan. Ya casada con Perón, participó activamente en la campaña electoral en 1946.
Evita murió un sábado frío y lluvioso en Buenos Aires. Los teatros y los cines levantaron sus funciones y los grandes comedores bajaron sus persianas. El duelo oficial se prolongó hasta el 11 de agosto, cuando sus restos, embalsamados por el médico español Pedro Ara, fueron depositados en el edificio de la Confederación General del Trabajo.