María Vidal usurpó una casa del barrio Rotary 23 de Caleta Olivia el 8 de febrero de 2010. El Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda la había adjudicado a otra persona, pero ésta la dejó temporariamente porque la empresa en la que trabaja lo trasladó a Comodoro Rivadavia. Ahora la Justicia dispuso que le sea devuelta.

La mujer de 37 años de edad y sus cuatro hijos, de 2, 7, 14 y 15 años, continuaban refugiados en la vivienda para nada suntuosa y de planta baja, en tanto numerosos vecinos permanecían en el patio y la calle para impedir el desalojo, por lo cual se vivían momentos de gran tensión social.
María vive con su pareja, pero el mismo procuraba no involucrarse como víctima del problema social, a pesar de que su apellido, Mealla, es el que aparece en el cartel colocado junto a la puerta que da al frente de la casa ubicada en la calle Santa Fe, a unos 200 metros de la Comisaria Seccional Quinta.
A ese lugar arribaron dos “oficiales de mandamiento” de la justicia ordinaria, Marcos Chaile y Rubén Fernández, para notificar formalmente a la mujer de que había expirado el plazo que le otorgó a Cámara del Crimen para retirarse de la vivienda.
A esa instancia se llegó luego de una demanda del adjudicatario, posterior contra-demanda de un abogado patrocinante de la mujer y el fallo del juicio civil por la causa de usurpación.
Vidal dijo a través de varios medios periodísticos que el IDUV había adjudicado la casa a un hombre que tiene un alto cargo en la cadena de supermercados, pero con residencia en Comodoro Rivadavia. Aseguró que él mismo iba a alquilarla y como ella y su familia no tenían dónde estar, decidió ocuparla.
Admitió que era consciente de su actitud, pero también hizo valer su derecho de ser santacruceña para poder acceder a lo que nunca pudo a pesar de los innumerables trámites que realizó ante el IDUV, mientras veía que familias que llegan desde otras provincias en pocos años obtienen ese beneficio.
Paralelamente, Diario Patagónico pudo saber que el adjudicatario es Rubén Schlebuch, quien trabaja para el supermercado La Anónima y fue trasladado temporariamente a Comodoro Rivadavia hace cuatro años, pero actualmente se encuentra en Buenos Aires por una afección renal que le impide retornar a Caleta, por lo cual las instancias de reclamo legal las llevan adelante sus familiares.

QUEJAS DE VECINOS
En tanto, los vecinos que defienden a María dijeron estar indignados porque la justicia no contempla este tipo de casos humanitarios y además aseguran que muchas viviendas se adjudican por “amiguismo político”.
En ese sentido denunciaron que hasta el diputado por municipio, Alexis Quintana, posee una en el barrio Rotary 23 que le adjudicara el mismo IDUV, pero vive en otra casa particular y que algo similar ocurre con el presidente de la vecinal, Pablo Espinoza, según sus dichos.
Cabe señalar que mientras los oficiales de justicia se hallaban dialogando con la mujer, se hizo presente el concejal Manuel Aybar, manifestando que estaba realizando gestiones ante el IDUV para contribuir a resolver este problema humanitario, teniendo en cuenta que cuatro niños podían quedar en la calle. (El patagónico)

Sábado, 4 de octubre de 2014