La discusión sobre la política de Compre Local en la minería de la provincia de Santa Cruz suele centrarse en el impacto económico, la generación de empleo y el desarrollo de proveedores. Sin embargo, un análisis profundo revela que esta política posee un efecto directo en un aspecto fundamental y a menudo subestimado de la actividad: la seguridad operativa.
Así lo sostiene Amadeo Gravino, titular de la Cámara de Proveedores Mineros de Santa Cruz (CAPROMISA) e ingeniero en Seguridad e Higiene. Tras más de 15 años de experiencia en proyectos subterráneos y de superficie, Gravino afirma que existe una verdad evidente dentro de los yacimientos: “Las empresas locales son, de manera consistente, las que tienen menor tasa de ocurrencia de accidentes.”
Seguridad: Un Valor Central, No un Checklist
Esta realidad, que se repite con distintos estándares y operadoras, demuestra un patrón claro: “Siempre se observa el mismo patrón: las empresas del territorio trabajan más seguras”, enfatiza el titular de CAPROMISA.
Gravino explica que este fenómeno no es casual, sino que se debe a una diferencia estructural en la gestión de riesgos. Para una empresa de Santa Cruz, la seguridad no se reduce a un trámite administrativo o un checklist, sino que es un valor central que define su continuidad en el negocio.
“La seguridad es la continuidad de los contratos, el cuidado de su reputación en la provincia, la estabilidad de sus equipos y la condición para seguir operando en el ecosistema minero”, subraya Gravino.
El Rol Clave del Dueño en la Gestión de Riesgos
Otro factor determinante es la participación directa de los dueños en la gestión cotidiana. En las empresas locales, el propietario está personalmente involucrado:
Contrata y capacita al personal.
Invierte en equipos de seguridad.
Participa en rees críticas.
Se hace cargo de las consecuencias de cualquier incidente.
En contraste, Gravino señala que en las grandes estructuras multinacionales la responsabilidad suele diluirse al atravesar gerencias con alta rotación o mandos medios con menor vínculo con el territorio. “La responsabilidad se diluye. En la empresa local, no”, afirma.
Cercanía Cultural y Cuidado Mutuo
La cercanía cultural es la tercera ventaja distintiva. Los equipos locales suelen ser más compactos y unidos, con una comunicación directa y un liderazgo visible. Esto genera un ambiente donde la seguridad nace del vínculo y no de un manual.
“Eso genera corrección inmediata de desvíos, mayor compromiso, menos indiferencia, más cuidado mutuo y decisiones más conscientes. La seguridad no nace de un manual: nace del vínculo”, explica Gravino.
Finalmente, el presidente de CAPROMISA resalta que, a diferencia de una multinacional, una empresa local no cuenta con la capacidad financiera de absorber un incidente grave. “Ese límite natural genera culturas más disciplinadas, ordenadas, preventivas y menos tolerantes al riesgo”, concluye.
El análisis de CAPROMISA convierte la discusión del Compre Local en un imperativo que va más allá de lo económico: “Estamos hablando de seguridad. De una seguridad real, construida desde la convicción, la cercanía y el compromiso directo. El Compre Local es una llave concreta para mejorar la seguridad en la minería”, finaliza Gravino.