COLUMNA EDITORIAL
LA ESTIGMATIZACION SOCIAL DEL SOEM
Si consideramos los comentarios referidos a los integrantes del SOEM junto a sus dichos y actitudes desde hace algunos meses, sean tanto en una sobremesa familiar, opiniones de vecinos mientras esperan ser atendidos en una entidad bancaria e incluso los comentarios de ciudadanos en redes sociales y medios de comunicación, sin duda se está...
...estigmatizando a este grupo social que en otro momento y mucho tiempo atrás fue considerado como positivo. La palabra estigmatización es utilizada en una gran variedad de contextos sociopolíticos en nuestro país al atribuirse a las enfermedades mentales, las discapacidades, la obesidad o la identidad de genero, muchas veces sin conocer la amplitud de conceptos que la palabra conlleva, por lo que se hace necesario explicitar el mismo. El estigma es una condición, rasgo o comportamiento que hace que su portador sea incluido en una categoría social hacia cuyos miembros se los ve en forma negativa y culturalmente inaceptables. Las personas o grupos estigmatizados son enviados al ostracismo, devaluados, rechazados y vilipendiados a través de la discriminación, insultos, ataques y hasta delitos que cometen como miembro de ese mismo grupo, lo sean o no. Teniendo en cuenta este último concepto observamos a través de lo dicho de gran parte de nuestra sociedad que en este momento histórico nuestro gremio municipal es el blanco de una estigmatización debido a que en el imaginario popular se presenta como un grupo violento, desagradable e irrespetuoso. La violencia está dada por los ataques y enfrentamientos que provocaron con otros empleados municipales, por no permitir el desarrollo de tareas operativas y administrativas de funcionarios y empleados que lo quieren hacer y por los insultos y agresiones hacia cualquier vecino que proteste sobre algunas de sus acciones irreflexivas, lo que los convierten en una “patota” en todas las acepciones del término. Es desagradable cuando se reúnen en lugares públicos provocando humo toxico proveniente de la quema de cubiertas, o cuando se divisan entre sus integrantes algunos signos inequívocos de ingestión de bebidas alcohólicas o estupefacientes. Son igualmente irresponsables cuando incendian contenedores de basura, no permiten la realización de plan de contingencia para limpiar la ciudad o destrozan o inutilizan los vehículos que se utilizan para ello. Es necesario destacar que muchas de las actitudes citadas, sumado al hecho de la arenga de su secretario general donde incentivaba a sus afiliados no solo ir en contra de edificios, bienes y personas de la municipalidad sino también pelear contra los comerciantes de nuestra ciudad, podrían ser motivo del inicio de causas judiciales, pero su decisión la dejamos en manos de los que se dedican al derecho y conocen mejor que el suscrito las implicancias de un accionar delictual. Un capítulo aparte merecen aquellos idiotas, que escudados en el anonimato que le puede brindar una llamada telefónica o un comentario en las redes sociales, tratan de insultar y atacar con mentiras propias de una mente enferma, creyendo que pueden mejorar su autoestima y su bienestar mediante esos ataques. A principios de este siglo, y a modo de ilustración, se pueden citar a muchos profesionales que consideran que convertirse en estigmatizador es una consecuencia de las limitaciones y ausencia de habilidades sociales de estas personas, como así también ausencia de la información y experiencia social a las que se creen expuestas. Tengo que aclarar que estos últimos personajes son en realidad una minoría comparado con la cantidad inmensa de ciudadanos que opinan y estigmatizan al SOEM, debido exclusivamente a las declaraciones de sus representantes, a las actitudes de violencia de su personal y a muchas de las acciones que el ciudadano riogalleguense no desea ni debe soportar. Espero muy humildemente que este editorial pueda servir para una discusión racional y justa sobre un tema y una situación que a todos nos preocupa, la situación de nuestra querida ciudad. Nos vemos en la próxima queridos lectores.
Viernes, 19 de junio de 2015
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