COLUMNA EDITORIAL
BORRAR CON EL CODO LO QUE SE ESCRIBE CON LA MANO
Claro que el título es un eufemismo simpático y hasta positivo, ya que los sucesos y declaraciones públicas que se están dando en nuestra ciudad por parte del nuevo intendente se asemeja más al “lo digo, no lo digo”, “le pregunto, no le pregunto”, de...
...la señora Mirtha Legrand acompañando estas palabras con el dedito índice a ambos lados de la barbilla. Quizás esto de “cambiemos” también se va a tener en cuenta en toda la discusión sobre la ley de lemas, a pesar que, enmarcada dentro de la carta orgánica municipal, fue un tema recurrente en la campaña de la Unión para vivir mejor, de todos y de cada uno de sus candidatos, pero más específicamente, fue Giubetich el que la tuvo como un eje de campaña, que realizó múltiples declaraciones sobre la necesidad de “cambiarla”, que luego de ser elegido como intendente manifestó que la ley de lemas era una de sus prioridades, que apoyó las presentaciones en la justicia para declararla inconstitucional, bueno, no le faltó mucho más para decir. Claro, ahora, a pocas horas de sentarse en el sillón del intendente, también habló del tema, pero lamentablemente habló para decir que se posterga esta discusión para el año entrante, para más adelante, dejando por ello de ser una de las grandes prioridades de su gestión. Les pediría a ustedes, mis queridos lectores, unos minutos de esfuerzo para que podamos entender cabalmente de lo que estamos hablando, tratando de brindar algunos datos necesarios. La carta orgánica municipal no se realiza de un día para el otro, sino que es el resultado de múltiples acciones donde la población de nuestra ciudad, a través de representantes elegidos democráticamente, establecen sus propias normas, sus propias leyes, su propia forma de vida, su propia identidad. Se trata de una norma fundamental de la ciudad, en base a todas las normas vigentes, que por otra parte la poseen muchísimas ciudades de nuestro país. No está demás citar que nuestra ciudad está legalmente facultada para dictarla, y, por ende, decidir en ella si las futuras elecciones se van a realizar bajo el imperio de la ley de lemas o sin ella, siendo esto uno de los muchísimos puntos entre los que debe legislar. Así las cosas, podemos observar que esta es la forma más eficiente además de necesaria que le falta a nuestra localidad para llegar a convertirnos en la ciudad importante que todos queremos, que los ciudadanos quieren, que las fuerzas políticas quieren, motivando que el ex intendente Pablo Grasso diera el “puntapié” inicial para poder tenerla, toda vez que una de sus últimas gestiones fue la firma del decreto para el llamado a la convención municipal estatuyente, convención que será la encargada de su elaboración y de todos los futuros trámites. Bueno, el actual intendente parece que ahora no está de acuerdo con la carta orgánica, o si lo está, la sacó de sus prioridades, al declarar públicamente que postergará el decreto firmado por Grasso para más adelante, marcando una de sus primeras contradicciones. No deseo pensar que todas las decisiones que debe tomar en forma urgente las postergue para más adelante, ya que si lo hiciera demostraría una denostación hacia el pueblo que lo eligió, hacia las necesidades de la gente, hacia las inquietudes de toda una población y hacia sus propias promesas de campaña. No deseo que borre con el codo lo que escribió con la mano. Nos vemos mis amigos, muy pronto.
Lunes, 14 de diciembre de 2015
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