COLUMNA EDITORIAL
INOPERANCIA MUNICIPAL, CERCA DE LA ILEGALIDAD
Sin distinción de ideologías políticas y con un pensamiento totalmente objetivo, nadie puede dudar que la inoperancia de la municipalidad de nuestra ciudad capital es total y absoluta, en todo lo que tiene que ver con el conflicto de...
...los colectivos hace ya más de una semana, lo que por otra parte perjudica notablemente a un gran sector de nuestra sociedad. Para analizar este tema debemos primero tener en claro que el funcionamiento del servicio público de colectivos de Río Gallegos debe ser garantizado por la municipalidad local, convirtiéndose por ello su poder ejecutivo en el responsable directo del funcionamiento del transporte público. Lo primero que salta a la vista es que se trata de un servicio, lo mismo que el agua, la luz o las cloacas, y por ser un servicio indispensable los funcionarios deben prestar especial atención, con el fin de actuar en forma inmediata ante cualquier inconveniente. Parece que esto último no lo saben ni lo quieren realizar, sea el intendente como alguno de sus secretarios políticos, quizás porque el intendente debe por alguna misteriosa razón viajar dos o tres días por semana a Buenos Aires, porque su secretario de gobierno debe atender primero la denuncias de violencia de género que hiciera su última esposa, o quizás porque el presidente del Concejo Deliberante debe medir diariamente la temperatura para darla a conocer ridículamente por las redes sociales a través de su organismo de prensa. En fin, deben tener cada uno sus excusas, pero lo que sí no tienen es responsabilidad, ganas e interés en la solución de un problema que aqueja a los sectores más desprotegidos de la ciudad que sufren las ausencias de colectivos desde hace más de una semana. A esto tenemos desde este humilde espacio la obligación de citar la falta de noticias al respecto por parte de los medios que tiene coptados nuestro querido Roberto Giubetich, y que lo adulan constantemente como si fuera el rey a quien deben rendir pleitesía y que parecen haber naturalizado esta situación. Así las cosas, sigue el paro del transporte, se sigue perjudicando a los sectores más desprotegidos, no se informa a la población lo que verdaderamente pasa, en fin, se deja pasar, no se gestiona una solución y no se cumple con los deberes que debe realizar todo empleado público al respecto. En esta situación es imposible que Roberto Giubetich pueda echar la culpa a otro como lo hiciera con otros inconvenientes de la ciudad, no puede aducir que no tiene tiempo para ello ya que lleva más de 60 días, no puede aducir desconocimiento de la situación, y por ello lo único que nos queda es reclamarle lo dicho, reclamarle que cumpla con sus obligaciones, que gestione para que los colectivos vuelvan a funcionar, y si no lo hace siempre existe la posibilidad de que algún vecino deba y pueda realizar una denuncia en la justicia correspondiente por el incumplimiento de los deberes de funcionario público. Debería pensar nuestro intendente que no se perjudican los de mejor posición económica, no afecta el funcionamiento o no de los colectivos a los funcionarios provinciales o municipales ni a los vecinos que viven en la costanera con dos o tres vehículos frente a sus domicilios, sino que se ven seriamente afectados las personas de menores ingresos, los que no poseen todas sus necesidades básicas totalmente satisfechas, los que realmente necesitan el colectivo para ir a trabajar, a comprar comida, ropa o llevar a sus hijos a médicos o a otro agente sanitario, ellos son los que se perjudican y por ellos debemos duplicar o triplicar las gestiones para que puedan en verdad vivir mejor. Como dijera antes, si no saben ni quieren hacerlo, puedo indicarles muy humildemente que llamen a quien sepa y quiera, que bien saben a quién o quienes me refiero, ya que ellos saben y quieren trabajar para mejorar la calidad de vida de toda una población. No crean, mis queridos lectores, que escribir estas líneas me resultó fácil, ya que hubiera preferido escribir sobre cosas mejores, sobre algo que hizo bien nuestro representante en la muni, pero lamento que nos vaya como nos va, lamento que el voto popular se haya inclinado hacia un inoperante como fue demostrado en este editorial, lamento que esto suceda en una ciudad que queremos que vaya siempre para adelante y no retroceda a una edad anterior. Hasta otra oportunidad, y nos veremos con algo más entretenido.
Sábado, 20 de febrero de 2016
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