Con el inminente traslado del vaciadero municipal a otro sitio, salió a la luz la necesidad de darle solución urgente a la presencia de niños que concurren al vaciadero en busca de metales que luego venden. Desde Consejo Municipal de Niñez y Adolescencia (COMUNA) venían plantando esta problemática hace un año, por no respetar los derechos del niño, recién este mes la justicia dio un plazo de diez días al área de Niñez de la Municipalidad para que notifique que herramientas o que áreas debe empezar a articular para la solución de esta problemática.
En una reunión que tuvieron referentes de COMUNA, junto con el Defensor de Menores y el Presidente del Concejo Deliberante local, Pablo Grasso, se plantearon dos posibles medidas para una solución a corto plazo; más presencia y control de empleados municipales en el predio y tapar la basura con la topadoras. Roberto Ortiz Presidente de COMUNA, contó a TNRíoGallegos que estas medidas desalientan el “cirujeo” y permitirían una solución rápida al problema.
En el trabajo de investigación que realizó la Secretaria de Niñez de la Municipalidad junto con la Secretaria de Derechos humanos de la Provincia demostró que el material que se retiraba del vaciadero es vendido, ante esta siruación Ortiz explicó: “imagínate que alrededor del vaciadero ya se crearon tres tiendas de compras de metales por eso alientan a los jóvenes y a los menores a sacar un metal para venderlo, estaban haciendo una recaudación de 300 pesos por día y eso alienta a que esta práctica se acrecenté”