CATALUÑA
"El plan independentista de Cataluña no tiene marcha atrás"
El presidente catalán, Carles Puigdemont, quien descongeló el diálogo con Rajoy, mantiene firme el desafío separatista; opinó que la imagen del país saldría "reforzada en el mundo si autorizara un referéndum vinculante".
Carles Puigdemont tiene la capacidad de reírse de sí mismo. Se presenta como el "presidente inesperado", en alusión a su elección como jefe del gobierno catalán en el instante previo a que el bloqueo político forzó unas nuevas elecciones.
Cien días después su gestión transita también por caminos no del todo esperados. Aminoró el ritmo de la rebelión independentista, descongeló esta misma semana el diálogo con el gobierno de Mariano Rajoy -roto en el tramo final de su antecesor y aún jefe político, Artur Mas- y negocia con Madrid vías para conseguir oxígeno financiero.
Pero con voz calma y muchas sonrisas, este periodista de 53 años que todavía batalla por hacerse conocer mantiene firme el desafío. "El plan de la independencia de Cataluña no tiene marcha atrás. El que piense que porque no se oye demasiado de nosotros no pasa nada se va a llevar una sorpresa", dice en un diálogo con un grupo de corresponsales extranjeros.
Puigdemont heredó de Mas la costumbre de esconder las cartas. Postergó las prometidas "leyes de desconexión", susceptibles de desatar un gran conflicto judicial, y retomó el reclamo de un referéndum al estilo escocés.
Igual desliza algunas pistas. Se reserva la opción de convocar a otras elecciones regionales, como las de septiembre pasado, en las que los partidos separatistas obtuvieron una mayoría de bancas, aunque se quedaron en el 48% de los votos. Esa vez llamaron a esas elecciones "plebiscitarias". El próximo paso sería plantearlas como "constituyentes".
-Después de las elecciones fijaban 18 meses para la ruptura. ¿Ya no habla más de plazos? ¿Descartan una declaración unilateral?
-No hablamos de una declaración unilateral en el sentido clásico. Nuestro mandato es dejarlo todo resuelto para colocar urnas constituyentes y convocar a un referéndum para que al día siguiente, si es aprobado, se proclame la independencia. Esto requiere tomar decisiones soberanas antes. El calendario puede ajustarse porque hay factores externos que pueden influir. ¿Qué pasará con el Brexit, qué tipo de gobierno va a haber en España, qué va a pasar con la judicialización del proceso catalán?
-Usted dijo alguna vez que la relación entre España y Cataluña es irreformable. ¿Qué sentido tiene el diálogo que abrió con Rajoy?
-Durante muchos años creímos que reformando España nos podíamos sentir cómodos. Sin embargo, llegamos a la conclusión de que España no quiere ser reformada. Pero al mismo tiempo tenemos que ejercer las competencias constitucionales. Estamos en el mientras tanto.
Puigdemont insiste en que no hay manera de alcanzar un acuerdo que mantenga a Cataluña en España. "Es un error creer que el problema es Rajoy. Es el Estado español el que no comprende a Cataluña", enfatiza.
Dice que no será él quien niegue a los políticos españoles llegar a un acuerdo de último momento que impida unas nuevas elecciones, algo que será inevitable si nada cambia en las próximas horas. Pero no ve opciones de que una repetición de los comicios cambie el panorama.
El único partido que promueve un referéndum es Podemos. "No veo ningún escenario en que ellos puedan estar al mando. El socialismo ya demostró que en ese tema piensa lo mismo que el PP. Si no fuera así, ya estaría gobernando Pedro Sánchez."
En su visión, "la imagen de España saldría enormemente reforzada en el mundo si autorizara un referéndum vinculante sobre la independencia de Cataluña". Cree que "la inmensa mayoría de la sociedad española lo aceptaría, porque tiene una madurez democrática muy superior a la media de su dirigencia".
Su estrategia de presión incluye rees con diplomáticos (de más de 20 países ya) y una inminente visita a Bruselas para transmitir en la Unión Europea la intención de avanzar hacia la separación. En paralelo negocia contrarreloj con Rajoy fondos para paliar los serios inconvenientes fiscales de su administración.
-¿Cuánto tiene que ver en su actitud más dialoguista la delicada situación económica de Cataluña?
-Justamente porque la situación es muy delicada debemos ser independientes. Esto no se aguanta más. Es imposible seguir atendiendo a nuestra gente si no disponemos de unas estructuras de Estado que lo apoyen. El Estado español a veces va a la contra. Parece que su misión es asfixiar a Cataluña. Somos la segunda o tercera comunidad donde más se recauda. Pero en el reparto pasamos al puesto 10 y en términos reales (ajustado el costo de vida), al 14. Es ridículo que una economía que genera superávit no pueda financiarse por sus propios medios.
-¿Cómo piensa llevar adelante la ruptura cuando ni siquiera la mitad dijo sí en las elecciones?
-Eso sólo se podría saber a partir de un referéndum legal. Que nos dejen votar. Si usamos los resultados de las elecciones y las leemos en clave del referéndum, hay una mayoría política clara. En todo caso, éste es un proyecto integrador. Queremos convencer a todos de que lo mejor es un Estado propio.
Carles Puigdemont, Presidente catalán
Periodista de 53 años, lleva 100 días de gestión como jefe de gobierno catalán; esta semana inició el último tramo del proceso por la independencia con una campaña internacional, que incluye rees con diplomáticos y una inminente visita a Bruselas para transmitir a la UE la intención de avanzar hacia la separación. (La Nación)
Sábado, 23 de abril de 2016
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