ESTADOS UNIDOS
La crisis republicana, un producto de años de oposición contra Obama
A cuatro meses de las elecciones de Estados Unidos, el mundo y millones de estadounidenses intentan entender cómo el republicano Donald Trump está a un paso de convertirse en candidato presidencial. Un analista oficialista y otro opositor advirtieron que su ascenso y su discurso radical son responsabilidad, en gran parte, del propio Establishment conservador que hoy se avergüenza de él.
"Las semillas del caos que los republicanos viven ahora fueron sembradas por los mismos republicanos. Aún los del establishment, con o sin vergüenza, legitimaron las cosas más horribles que surgieron de los sectores más marginales de las bases", explicó Peter Quilter, analista de la Kennedy School de la Universidad de Harvard y asesor de campaña de Barack Obama para América latina.
A lo largo de los dos mandatos de Obama, la oposición más visceral estuvo encabezada por el movimiento de base radical, el Tea Party, y por dirigentes republicanos que tomaron parte de sus denuncias y sus posiciones extremistas y las hicieron propias.
"Cuando (el ex candidato presidencial republicano John) McCain nominó a Sarah Palin, eso no sólo fue una elección de vicepresidente muy irresponsable, sino que sembró algunas de las semillas de lo que tenemos hoy con Donald Trump. Sentó el precedente de que era aceptable tener un candidato que antes no hubiese sido aceptado", continuó el analista demócrata, en referencia a la campaña presidencial de 2012.
"El resultado final de todo esto -concluyó- es un showman muy inteligente que está aprovechando un clima mediático muy politizado y una situación que la cúpula republicana ya no puede controlar".
A su lado, en el coqueto café del Club Americano de Buenos Aires, asiente a medias Daniel Fisk, actual jefe de Operaciones del International Republican Institute y el ex director de Asuntos Occidentales del Consejo de Seguridad Nacional durante el segundo gobierno de George W. Bush.
"Lo que me preocupa es hasta qué nivel esto se trata de una pérdida de confianza de algunas instituciones, que son vitales para nuestro sistema. No vamos a entrar en el camino del populismo latinoamericano o africano, pero ha habido un ataque a las instituciones y los republicanos han dirigido ese ataque", aseguró el analista en una entrevista con Télam.
"Por ejemplo, ¿cuál fue el argumento de Ted Cruz (el único aspirante que le hizo sombra a Trump en las internas) para lanzarse como candidato presidencial? Su argumento fue que él intentó cerrar el gobierno de Estados Unidos y paralizar todo", agregó Fisk.
"Fue apoyado por toda una red que alimentó el discurso que los políticos y todos los representantes le habían fallado a la gente", agregó, y recordó la crisis política que provocó parte de la bancada republicana al negarse a aprobar el presupuesto en 2013.
"El ascenso de Trump -dijo- fue la manera en la que ese sector del electorado republicano le dijo 'están despedidos' a los políticos tradicionales, utilizando la famosa frase del reality de Trump".
Los dos ex funcionarios y analistas fueron invitados esta semana por la embajada de Estados Unidos en Argentina para dar una serie de charlas sobre el escenario político en ese país de cara a las elecciones generales del próximo 8 de noviembre, que definirá entre otros cargos al sucesor del presidente Obama.
Según Fisk, el rechazo que genera Trump ya provocó que algunos "dirigentes con importantes credenciales republicanas" anunciaran que en noviembre apoyarán a la casi segura candidata demócrata, Hillary Clinton.
"Pero creo que habrá más republicanos preocupados por Trump que simplemente no votarán para presidente. Irán a votar y elegirán congresistas, senadores, funcionarios locales, pero no presidente. Por eso, que no les extrañe que Trump pueda perder, pero los republicanos igual logren conservar la Cámara de Representantes", opinó.
"Soy más escéptico sobre el Senado", aclaró, ya que los republicanos ponen en juego la mayoría de las bancas que se renuevan este año en la Cámara alta.
Pese a que la situación interna en el oficialismo demócrata está lejos de parecerse al caos que sufren los republicanos, Quilter advirtió que Clinton también tendrá que esforzarse para aplacar las tensiones que surgieron en la interna entre la ex secretaria de Estado y el veterano senador socialista, Bernie Sanders, en estos últimos meses.
"Sanders y su campaña influenciarán más la plataforma presidencial y la campaña que la gestión de Hillary, si fuera elegida. Para mí (Clinton) es muy centrista, no creo que eso cambie", pronosticó el analista en referencia a la agenda progresista que planteó en el último año el senador por Vermont.
"Clinton podría -y de hecho debe- cambiar la manera en la que entiende su campaña porque hay muchos votantes, la mayoría de ellos jóvenes, que se quedarán en casa (en noviembre) si ella no tiene en cuenta los reclamos que instaló la campaña de Sanders", agregó.
Tanto Quilter como Fisk coincidieron en que difícilmente Clinton podrá convencer a los jóvenes votantes de Sanders. Lo mejor que puede lograr la ex senadora y ex primera dama -adelantaron- es que vayan a votar contra Trump.
Clinton no sólo tendrá que superar en noviembre la verborragia agresiva de Trump y las críticas ideológicas de los seguidores de Sanders, sino que además deberá enfrentarse a uno de sus mayores obstáculos: los altísimos niveles de rechazo que comparte en los sondeos nacionales con el magnate devenido en candidato republicano.
Para Quilter, la imagen negativa de Clinton está vinculada a ella y no a sus propuestas.
"El hecho de que sea una mujer no ayuda para nada. Hay mucha resistencia, y por eso su nominación ya es algo histórico", destacó, y agregó que a muchos estadounidenses no les gusta la falta de renovación en el liderazgo nacional ni el hecho de que ya haya habido otro presidente Clinton, su esposo Bill.
Por motivos muy distintos y en contextos partidarios muy diferentes, los dos virtuales candidatos que este año disputarán la presidencia de Estados Unidos no sólo deberán ganarle a su rival, sino también a su propia imagen negativa. (Telam)
Sábado, 2 de julio de 2016
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