VACIADERO MUNICIPAL
Lunes, 14 de julio de 2014
El municipio se había comprometido a un plan de tratamiento de residuos
Fue durante la campaña electoral del 2011. El Intendente Raúl Cantín se comprometió a tratar varios puntos ambientales. Entre ellos la creación de un plan de residuos sólidos y el posterior tratamiento de la basura.
Durante la campaña electoral del año 2011, el aquel entonces candidato a Intendente Raúl Cantín fue uno de los aspirantes al ejecutivo que firmó el decálogo de la Asamblea Ambiental. En el documento se comprometían en caso de llegar a la intendencia a mejorar puntos ambientales en la capital santacruceño. Uno de ellos era desarrollar una política integral de tratamiento de residuos sólidos urbanos. La temática, teniendo en cuenta la presencia de menores en el vaciadero y la problemática de la basura en la ciudad, vuelve a tener relevancia.
La presencia de familias y menores de edad en el vaciadero, que utilizan como sustento la venta de metales pesados, volvió a generar conflicto y preocupación en las autoridades. Desde las Secretaría de Derechos Humanos se elaboró un informe situacional del caso, donde se confirmó la presencia de chicos menores de 16 años que abandonaron los estudios. Con esto se volvió a cuestionar la demora para el traslado del vaciadero, algo que permitiría sanear el asunto. Aunque se plantea otro interrogante: qué pasará con las familias que viven de la basura.

En el marco ecológico, los ambientalistas plantean que la situación del vaciadero no es sutentable y que no se clasifican ni se reciclan los residuos.
En el 2011, la Asamblea Ambiental Ciudadana afirmaba: “El calamitoso estado actual del predio del Vaciadero Municipal es solamente la punta visible de un problema que hace décadas no se trata de manera integral. Nuestra ciudad capital necesita un sistema acorde a su envergadura, que no consista simplemente en enterrar de manera prolija todo lo producido”.
En este marco se le solcitó al Municipio: educación ambiental para disminuir la cantidad de basura producida, separación en origen, recolección diferenciada, mayor higiene en calles para evitar que por los pluviales lleguen desperdicios a la ría, tratamiento eficiente de los residuos orgánicos, trabajo social con los recolectores informales en el vaciadero y gestionar la concreción del traslado del vaciadero y la remediación del actual predio de disposición final. Hasta ahora, poco se ha visto.



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