PUDO HABERSE EVITADO
Las obras pluviales son la gran deuda del Municipio de Río Gallegos
Más allá de las causas metereológicas y de lo que puedan hacer las organizaciones gubernamentales y civiles para subsanar la situación, hay un reclamo que se mantuvo pendiente y podría haber evitado lo sucedido: las obras pluviales correspondientes.
La lluvia de hoy provocó desastres: familias inundadas, calles anegadas, servicios de emergencias colapasados y evacuaciones. Pero más allá de las condiciones climáticas y sus consecuencias, lo peor es que es algo que pudo haber sido evitado desde hace años y por varias gestiones. Es que las obras pluviales siguen siendo una deuda hacia al capital de Río Gallegos por años. Varios fueron los sectores que han exigido a la Comuna que,d e una vez por todas, lleve adelante trabajos de tamaña importancia. Las últimas declaraciones del actual intendente Roberto Giubetich fueron realizadas la semana pasada, también bajo el agua. Sobre este tema indicaba,en un contexto similar: "no tenemos la capacidad de desagüe, por eso estamos atrás de la obra de pluviales”. Las últimas noticias sobre las obras fueron el pasado 11 de noviembre. Del archivo se extrae que el decano de la Unidad Académica Río Gallegos de la UNPA Guillermo Melgarejo y el Intendente de Río Gallegos Roberto Giubetich firmaron un acuerdo para que profesionales de la Universidad realicen el Manifiesto de Impacto Ambiental y el Estudio de Impacto Ambiental para la posterior construcción de una Red de Ductos Pluviales en la ciudad de Río Gallegos.
Las Obras Las obras que el Municipio se propone ejecutar en una primera etapa consisten en la construcción de dos pluviales troncales con sus respectivos ramales que proveerán drenaje a las dos cuencas ubicadas en la zona de lo que se conoce como casco viejo de la ciudad, la cuenca denominada “Sarmiento” y la cuenca “Fitz Roy”. Los pluviales, tanto troncales como sus ramales, se desarrollarán por las calles lo que implicará en todos los casos el levantamiento de la cubierta asfáltica y la intercepción e interacción de numerosos servicios públicos. En la actualidad el sistema cloacal de la ciudad no se encuentra separado del sistema pluvial. Los permanentes desbordes del sistema, ampliamente superado durante la época de precipitaciones o deshielos, genera el anegamiento con el consiguiente riesgo para la salud pública.
Sábado, 31 de diciembre de 2016
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