El trabajador, que pidió que su identidad no fuera revelada, dijo que la repudiable acción fue descubierta alrededor de las 11:00 por el sereno y que los individuos prendieron fuego en tres nichos, más precisamente en las coronas que suelen colocarse y cuya estructura aún no ha sido cerrada con paredes de cemento.

Dos de ellos pertenecen a personas mayores de edad y están ubicados en el módulo 28; el restante pertenece a un bebé del módulo 14.

Las llamas alcanzaron parte de los cajones donde descansan los difuntos, derritiendo el recubrimiento de madera y dejando a la vista la estructura metálica interior de los mismos.

Asimismo, señaló que él lleva varios años trabajando en el cementerio local y que ya está tristemente acostumbrado a ver situaciones similares, entre ellas botellas de bebidas alcohólicas vacías, preservativos, rastros de rituales satánicos y la destrucción de tumbas, nichos y panteones, como así también el robo de objetos valiosos que algunas personas les dejan a sus seres queridos.

Cabe mencionar que el cementerio municipal de esta ciudad no cuenta con serenos durante la madrugada y que hay sectores lindantes a extensos campos, por lo cual por más que se cierren los portones de acceso, los individuos que cometen este tipo de ataques repudiables pueden entrar y salir libremente en cualquier horario.

En el caso tomó intervención personal de la Seccional Cuarta de Policía, cuyos efectivos realizaron una inspección ocular en el lugar y se desconoce si los hechos están relacionados a vandalismo o al ritual de alguna secta.