Ayelén Orozco y Teresa Sandoval, sobrina y hermana de Manuel Sandoval, respectivamente, reportaron lo sucedido con este hombre, a quien un grupo de policías le habría dado una paliza y lo habría tenido incomunicado y detenido tres días, en malas condiciones. De hecho, una vez producida la excarcelación, tuvo que ser internado en el Hospital San Lucas.

Según contó Orozco, a Sandoval lo detuvieron, supuestamente, por haber golpeado a un policía, algo que nunca se comprobó. “Cuando se lo llevaron a la Comisaría, lo tuvieron incomunicado tres días, y allí, le dieron una paliza. Nos enteramos de lo que pasó por medio de un testigo, quien también fue arrestado y golpeado. Cuando lo largaron, me llamó y me avisó que lo podían llegar a matar. Mi tío pidió que me informen sobre su detención, pero nadie lo hizo”, expresó. Luego de lo sucedido, los familiares fueron a la dependencia para constatar el estado de Sandoval. Desde la Comisaría dijeron que estaba en buenas condiciones, pero se negó la posibilidad de establecer algún tipo de comunicación. “Presentamos un habeas corpus para que no lo golpeen más, pero fue rechazado. Por eso, hicimos una denuncia en el Juzgado. Recién a los tres días me dejaron verlo solamente diez minutos. Estaba muy golpeado, con pánico, fiebre, mareado y desesperado por salir. El fiscal logró que lo internen en el Hospital San Lucas”, añadió la sobrina. En la declaración, el oficial que habría sido agredido por Sandoval no pudo determinar quién le pegó. Asimismo, Manuel no registró signos en sus manos que denoten haber golpeado a alguien. El hecho en cuestión se habría producido en el medio de un operativo, en el que le pidieron los datos a Sandoval. Aparentemente, un grupo de chicos aprovechó esta situación para pegarle al policía, de espaldas, pero en lugar de ir tras estos jóvenes, los oficiales detuvieron a quien, en ese entonces, estaba solo. Teresa Sandoval, hermana de Manuel, vino desde Neuquén para poder conocer la condición de su hermano. “Mi madre es una mujer mayor, y estaba desesperada. Cuando llegamos, le dieron el alta del hospital, pero no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar. Tiene moretones detrás de las orejas, una fisura cervical, tiene inmovilizados los dedos de una mano, le patearon la cabeza, lo mojaron y lo dejaron tirado, esposado. Le hicieron lavar su propia ropa sucia. El trato fue totalmente inhumano”, describió. La causa ya está en el Juzgado; los familiares están esperando que se produzcan las citaciones, con una salvedad: “El testigo que declaró lo hizo bajo amenaza, por eso, tendría que volver a declarar, al igual que Manuel. Es difícil confiar, espero que la Justicia actúe a favor de la verdad. Si mi hermano hubiese cometido un delito, tendría que pagarlo, y lo mismo digo por parte de la Policía. El certificado médico dice que entró sano, pero cuando salió, tuvo que ser internado”, señaló Teresa. (Patagonia nexo)

Martes, 24 de junio de 2014