La pequeña se encontraba sin compañía ya que su madre, Eva Molina, de 28 años de edad, se hallaba trabajando como mucama en un hotel céntrico y no tenía con quien dejarla para su cuidado.
Las llamas redujeron a escombros la reducida construcción de chapas y maderas, junto con los escasos muebles, artefactos, ropa, documentos personales y de trámites de regularización de tenencia del terreno que la mujer había ocupado en forma ilegal en una zona semi descampada.
Al no tener ayuda para sostener el hogar, la mujer debía trabajar ocho horas para subsistir y mantener a la pequeña July, quien quedaba sola durante ese lapso y no estaba anotada en ninguna guardería comunitaria, hecho desconocido por las autoridades vinculadas con la contención social.
El incendio se produjo alrededor de las 11, aparentemente por deficiencias en la instalación eléctrica ya que Molina relató a medios periodísticos que la noche anterior no había podido solucionar problemas de cortocircuito.
Las llamas se propagaron con gran rapidez y no dieron tiempo a la llegada de dotaciones de bomberos de la Unidad 16ta y de Prefectura Naval.
El penoso cuadro se agravó cuando la propietaria llegó presurosa de su trabajo, alertada por una vecina, e irrumpió en llanto al ver que todo lo había perdido, pero al menos tuvo el consuelo de que su hija estaba a buen resguardo.
Inicialmente aseguró que la pequeña había quedado al cuidado de una vecina, pero más tarde se supo que ello no era cierto y que lo dijo por temor a que algún organismo de protección de la niñez le retirara la tutela.

ESCAPO DE LAS LLAMAS

Lo cierto es que, de acuerdo a lo que pudo averiguar Diario Patagónico, cuando se produjo el incendio pasaba cerca de esa vivienda una camioneta del municipio afectada a la Oficina de la Niñez porque una empleada administrativa llevaba una cédula de citación a otra vivienda en la que existían problemas sociales.
La empleada y el chofer se sorprendieron al ver gran cantidad de humo de la casa que se estaba quemando, al tiempo que una niña salía corriendo, por lo cual inmediatamente la contuvieron y luego llamaron a los bomberos.
Más tarde, la Secretaría de Desarrollo Social dispuso alojar a la madre y a su hija en un albergue privado, además de brindarles alimentos, en tanto que la Supervisión de la Mujer y la Familia instruyó a asistentes sociales para asegurar que July pudiera acudir a una guardería municipal.
Por otro lado, se ordenó elaborar un informe socio económico que será elevado a la Secretaría de Planeamiento para definir la posibilidad de construirles una nueva casa en condiciones dignas.
En tanto, algunos vecinos que se conmocionaron por este drama social procuraban acercar ayuda material a Eva Molina, quien puede ser ubicada en el teléfono celular 155-280673. (Patagónico)