El pedido de justicia por la muerte Ramón Bazán, empleado municipal que se desempeñaba como soldador y que media mañana del sábado 27 de julio llegó al Hospital Zonal conduciendo su propio auto, con una herida de arma blanca en el pecho a la altura del corazón.
Caminó algunos metros en dirección a la guardia y se desvaneció antes de alcanzar sus atención de los paramedicos que se encontraban en el lugar, pese a los denodados esfuerzos de los médicos, dejó de existir.
Por este crimen, el miércoles 31 de julio, el juez de instrucción Gabriel Contreras ordenó a la policía detener a un sospechoso identificado como Daniel Robledo, quien se negó a prestar declaración testimonial.
El hermano de la víctima, Miguel Bazán, consideró que hay otras personas involucradas en el asesinato y aunque se abstuvo de dar nombres, era probable que se refería a por lo menos dos mujeres, cuyas responsabilidades se estarían evaluando en el ámbito judicial. (Fuente: La Vanguardia Noticias)