La Cámara Tribunal Oral de Santa Cruz reanudó hoy el debate por el siniestro vial fatal del Barrio Fátima, donde perdió la vida la joven policía Soledad Maidana. La audiencia de alegatos finales puso de manifiesto una profunda división en las solicitudes de pena contra el acusado, Ivar Martens, quien llegó a esta instancia bajo prisión domiciliaria.
El pedido de la querella: 15 años por dolo eventual
El abogado Gabriel Giordano, que encabeza la querella en representación de los hijos de la víctima, fue categórico en su exposición. Abrió su alegato, que integró la acción penal con la civil, solicitando la pena más alta: 15 años de prisión efectiva, no domiciliaria.
La base de esta solicitud se ancla en el artículo 79 del Código Penal, reclamando la calificación de Homicidio Simple bajo la figura de Dolo Eventual.
Giordano argumentó ante los jueces que la conducta de Martens al volante creó una situación de riesgo grave para la vida humana, demostrando una total indiferencia ante las consecuencias. El abogado sustentó su teoría en:
Conducción Agravada: El acusado circulaba en estado de ebriedad, a alta velocidad, con las luces apagadas y no respetó el cartel de PARE.
Desprecio por el Riesgo: Se valoraron como elementos relevantes los reiterados pedidos de los acompañantes del acusado para que redujera la velocidad, lo que, según la querella, prueba que Martens fue consciente del peligro y lo aceptó.
El abogado sentenció que existe un nexo causal irrefutable entre la conducta imprudente del conductor y la muerte de Soledad Maidana.
Contraste en las solicitudes
La jornada judicial también incluyó los alegatos del Ministerio Público Fiscal, a cargo de Verónica Zuvic, quien solicitó una pena significativamente menor, de 5 años de prisión. Tras esto, expuso la defensa del acusado.
Finalmente, el abogado querellante cerró su participación solicitando no solo los 15 años de pena, sino también el decomiso de los bienes secuestrados y que el vehículo siniestrado sea destinado a futuro a una institución de bien público para educación vial.
Con los alegatos concluidos, el Tribunal Oral cuenta con toda la información necesaria—incluyendo las pericias accidentológicas y la constancia de autopsia—para dictar su sentencia, en una causa que ha dividido a las partes en cuanto a la valoración del dolo en un siniestro vial.