Sabella tena que actuar de Sabella. Convocado por el prestigioso director Alex de la Iglesia, en febrero, el entrenador de la Seleccin deba ser actor durante tres horas para hablar en la pelcula de Messi. Estaba repleto de cmaras, se escuchaba el ruidito del asistente que pide empezar a filmar, pasaban extras muy bien vestidos por atrs. Y en una mesa, con dos periodistas que le intentaban hacer un reportaje sin entrevistarlo literalmente, Alejandro se llenaba de elogios para el jugador al que l decidi darle la cinta de capitn. En medio de esa charla con tema nico, Sabella concedi que Messi es ms ofensivo que l.
El se reconoce ms pragmtico que el jugador. No permite textualmente el ttulo de que su esquema preferido es con cinco atrs, aunque concede que tiene ligera preferencia a jugar as. Aun cuando sepa que todos los dibujos tcticos son vlidos y recuerde pblicamente que con Estudiantes sali campen de Amrica con cuatro defensores. Esa diferencia entre Sabella y Messi, netamente futbolstica, es lo que ms los aleja. Aunque no llegue a ser un conflicto, los pone en veredas opuestas y marca un ruido en la comunicacin. Porque Messi lo expuso -y hasta se expuso l- con su discurso tctico. Y le surgi espontneo, desde su enojo por el primer tiempo. No armaron un discurso para la prensa. Porque Pachorra fue el que le pidi al 10 que el lunes fuera a la conferencia famosa. Desde ah se desprende que difcilmente Sabella salga a cruzar a su estrella en la conferencia del viernes previa a Irn: se cuenta en la intimidad del cuerpo tcnico que no est enojado con l sino obsesionado con mejorar al equipo. Aunque seguro ley que no fue el da que mejor parado qued a los ojos del mundo exterior.
All aparece otro punto en el que uno no puede convencer al otro. Sabella se vio obligado por la prepotencia de talento a utilizar el 4-3-3 en las Eliminatorias. Casi no cambi desde la tarde de la refundacin en Barranquilla. Y lo hablaron varias veces en las cortas pero habituales charlas de ftbol que tienen el entrenador y el crack. El punto de discordancia es que, con razn, Sabella siente que para que el equipo no se desequilibre con tres puntas (Messi, Kun Agero e Higuan), ms un tercer volante que termina como extremo como Di Mara, se necesita que vuelvan los de arriba, que superen la lnea de la pelota, que se posicionen. Y eso no pasa. Ve que las caractersticas y hasta las costumbres de ellos no ayudan. Siempre hay un jugador que se queda como referencia arriba. En el Napoli es Higuan; en el Manchester City, el Kun; en Barcelona, Messi. Los tres juegan para Argentina y no modifican su esencia cuando pasan del club a la Seleccin. Eso, cuentan puertas adentro en Cidade do Galo, convers Sabella con Messi desde el partido bisagra con Bosnia hasta hoy.
Sabella, adems, siente que el boomerang no tuvo en cuenta que l utiliz el mdulo con cinco atrs no slo para estar ms protegido en el debut sino porque Pipita Higuan no estaba al ciento por ciento desde lo fsico y Fernando Gago vena con poco ritmo. Y aunque nunca lo dir -de hecho primero se autoincrimin con los dos cambios cuando iba 1-0 y despus en la conferencia- percibi que falt un poco en la prestacin de los futbolistas. El tambin quiere hacer feliz a Messi porque sabe que de ese modo terminar feliz. Aunque ahora ms que nunca quede marcado por los resultados y por el esquema al que Messi le firm el certificado de defuncin... Los dos parecieron apurarse, en la decisin y en las palabras, ahora hay que ver quin llega mejor parado a la prxima meta...