El caso tiene todavía varias preguntas sin resolverse para los investigadores policiales que escucharon, de boca del propio herido, el relato de lo ocurrido en la tarde de este miércoles, cerca de las 19 horas.
El muchacho, que se apellida Pozo, caminaba por la calle Corrientes del mencionado barrio, el cual suele ser escenario de peleas y grescas con armas de fuego entre bandas juveniles. En un momento escuchó una detonación y un dolor en la espalda.
Cuando la Policía se enteró y llegó al lugar, encontró al joven derrumbado sobre la calle Julio Carpio. Es así que llamaron al Hospital Zonal y una ambulancia lo trasladó luego.
Al parecer, el muchacho está fuera de peligro porque la el plomo no le habría tocado ni la columna cervical, ni otro órgano vital.
¿Fue una bala perdida? ¿Fue un ataque personal? No hay mayores datos todavía. (Voces y apuntes)